- Reduce la transformación de calor, como mínimo un 50 %, lo cual implica menores costos de calefacción y/o refrigeración. (El calor siempre pasa a través del vidrio, desde la zona caliente a la fría).
- Evita las condensaciones en el vidrio interior, típicas de los vidriados simples cuando en el exterior la temperatura es baja y en el interior hay calefacción. Estas condensaciones provocan el deterioro de paredes, carpinterías, alfombras, etc., además de impedirla correcta visión hacia el exterior.
- Evita el efecto de paredes frías (pues la temperatura del vidrio interior es superior), con lo cual no existen corrientes convectivas en las cercanías de la ventana, la temperatura de los recintos se hace más uniforme, y se logra una ocupación más confortable incluso en las zonas próximas a los vidrios, lo que hace posible reducir en algunos grados la temperatura de la calefacción.
Con una adecuada selección de vidrios se reduce el ingreso de radiación infrarroja del sol, se pueden lograr importantes atenuaciones acústicas, cumple todos los requisitos de vidriados de seguridad, Utilizando vidrio laminado se filtra el 99 % de la dañina radiación UV, responsable del deterioro de muebles, alfombras, plantas, etc.
Sus notables ventajas comparativas con un vidriado simple en cuanto a beneficios térmicos y acústicos, que otorgan al mismo tiempo una importante reducción en el consumo energético en la climatización llevando mayor confort a los interiores de viviendas y oficinas, dejaron como resultado su aceptación masiva en la actual industria de la construcción.
http://www.trenthermet.com.ar/queesdvh.asp
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